La vitamina D es una sustancia fundamental para diferentes procesos metabólicos del cuerpo, y entre ellos el adecuado crecimiento de los huesos (su déficit en los niños puede provocar raquitismo).
La fuente principal que nos aporta esta vitamina es la radiación solar. Sin embargo, por los riesgos ya conocidos de la exposición solar (sobretodo en los más pequeños) los pediatras no recomendamos exponerles a los menores de 6 meses al sol.
Por ello se recomienda suplementar desde los primeros días de vida con Vitamina D3 a:
TODOS LOS BEBÉS MENORES DE 1 AÑO INDEPENDIENTEMENTE DEL TIPO DE ALIMENTACIÓN
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▪️Alimentados con leche materna: hasta que cumplan 12 meses
▪️Alimentados con fórmula adaptada: hasta los 12 meses o hasta que ingieran 1L de leche de fórmula al día.
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Después del año las necesidades de vitaminaD se conseguirán con una alimentación equilibrada y la exposición al sol, por lo que no se precisan (en general) estos suplementos. No obstante, si el niño tiene algún factor de riesgo (color de piel oscura, prematuridad, tiempo de exposición al sol escaso, determinada latitud geográfica, ciertas patologías digestivas o renales…), tu pediatra puede indicar suplementos por encima de esta edad.
🟠¿Cuánta cantidad?
En todos los bebés se recomienda 🟨400 Unidades/día🟨 de Vitamina D3. Dependiendo de cada marca (y su concentración) la dosis variará.
Hay diferentes preparados, algunos de los más usados:
👉🏼Kern Pharma (2000 UI/ml): 6 gotas/día o 0’2 ml/día
👉🏼Deltius (10000 UI/ml): 2 gotas/día.
