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El mejor andador… el que no se usa

Cuando se acerca el momento de andar tradicionalmente se piensa que un andador o tacatá acelerá la adquisición de este hito. Pero al contrario de lo que se cree, puede llegar a ser incluso contraproducente y peligroso. 

De hecho, la Asociación Española de Pediatria afirma que: “El mejor andador es el que no se usa”. 

¿Por qué se desaconsejan?

  • Riesgo de accidentes domésticos:
    • Entre un 12-33% de niños con andador sufrirá un accidente ya que les da una autonomia para la cual no están preparados.
      • Dan una falsa sensación de seguridad.
      • Aumento de movilidad y velocidad respecto a la que su propio desarrollo psicomotor les permite
      • Mayor altura, alcanzando lugares (y objetos) donde habitualmente no llegan.
    • Riesgos de caída y vuelcos:
      • Traumatismo craneal
      • Fracturas de brazos y piernas
      • Caídas por escaleras y de altura
      • Golpes con puertas de cristal, picos de madera
      • Alcance de elementos peligrosos: 
        • Quemaduras: cocinas, enchufes, cazuelas de agua
        • Intoxicaciones: acceso a productos de limpieza, bebidas alcohólicas, colonias 
    • La Academia Americana de Pediatría (AAP) desde 1999 no recomienda su uso  tras detectar en un año más de 9000 lesiones por su uso. Además, desde 2018 reclaman que se dejen de fabricar los andadores para bebés, por el gran número de accidentes que provocan (230.676 lesiones entre 1990 y 2014 solo en EEUU) 
    • En Canadá está prohibido su uso, su publicidad y su venta desde 2004. Se evidenció que los andadores/tacatás están detrás de un gran número de lesiones que llegaban a urgencias, siendo además la causa más frecuente de lesiones graves en la cabeza de los niños y niñas menores de 2 años. 

Son accidentes prevenibles. Accidentes que podemos evitar si no usamos estos artilugios.

  • No tiene beneficios para el desarrollo del bebé. Pueden tardar más en andar.
    • Entorpecemos los movimientos previos al andar, saltandose fases muy importantes de su desarrollo: volteo, raptación, sedestación, cuclillas, gateo…
    • Puede retrasar el desarrollo de la marcha ya que alteran el patrón natural de adquisición. Altera el centro de gravedad ya que adelantan la base de sustentación (aprenden a andar desplazando el centro de gravedad hacia adelante) y después cuesta más el reaprender a conseguir el equilibrio para caminar (se necesita el centro de la gravedad en la linea media).
    • Dificulta el desarrollo adecuado de la musculatura de las piernas.
    • Impide la correcta alineación de las piernas con respecto a la pelvis, ya que no realizan adecuadamente la carga. 
    • Favorece la marcha de puntillas.
    • Dificulta la coordinación de los movimientos.
    • Impide moverse con libertad y limita las oportunidades de exploración del entorno. 

Los andadores, además de peligrosos, son totalmente INNECESARIOS. No estimulan su desarrollo psicomotor.

¿Y qué le compramos para que aprenda a andar?

NADA. Ni arneses, ni correpasillos, ni tacatá… ni tus manos. No, tampoco necesita tus manos. También alteran el patrón de la marcha y el equilibrio. 

Tu bebé necesita ESPACIO SEGURO para moverse libremente. Mucho suelo y tiempo para que, a su ritmo, sin forzar a realizar movimientos para los cuales no esra listo, aprenda a voltearse, a reptar, a ponerse sentado, a ponerse a cuatro patas, a gatear, a ponerse de pie con apoyo, a moverse lateralmente, se aventurará a caminar entre islas cercanas y finalmente a dar sus primeros pasitos. 

Únicamente podrían usar estos andadores cuando ya sepan caminar por sí solos (ya no alterará su patrón de la marcha y equilibrio). No antes. Y evitarlos igualmente por el riesgo de accidentes.

Cada niñ@ tiene su ritmo, respétalo. No interfieras. Tú solo acompáñalo. Cuando esté listo caminará.