Llega el buen tiempo, y con ello los paseos al aire libre, los dias en la playa y piscina… apareciendo los riesgos asociados a las largas exposiciones al sol.
La piel de los niños (y especialmente de los bebés y niños menores de 2 años) es más sensible que la de los adultos y por tanto, más sensibles a los efectos negativos de la exposición solar. La inmadurez de la barrera cutánea y la prevalencia de la dermatitis atípica refuerzan la necesidad de fotoprotección. Su piel es más fina, con menor función de barrera, mayor tendencia a deshidratarse y secarse, peor control de la temperatura y del sudor y menor número de melanocitos y por tanto menos capacidad de sintetizar melanina. El sol en su piel, tanto a corto como a largo plazo, tiene efectos nocivos.
La piel tiene memoria
Nuestra piel tiene memoria. Cada quemadura solar que padecemos a lo largo de nuestra vida se va sumando, aumentando el riesgo de padecer cáncer de piel.
Tipos de rayos solares.
- UVA: capas más profundas de la piel. Provoca el fotoenvejecimiento
- UVB: capas superficiales de la piel. Provoca quemaduras y enrojecimiento
Ambos relacionados con cancer de piel.
¿Cómo les protegemos?
- No deben exponerse al sol directamente los bebés menores de 6 meses y debería limitarse en menores de 3 años.
- Evitar el sol de las horas centrales del día: de 11-12 a 16-17h (índice UV menor a 5)
- Evitar la exposición prolongada al sol. Permanecer bajo la sombra siempre que sea posible
- Cuando sea posible recurriremos alas medidas físicas de protección solar: ropa con protección solar que cubra la máxima superficie de piel c(camisetas, pantalones), la cabeza con sombreros de ala ancha y los ojos con gafas de sol antiUV
- Ofrece agua para beber con frecuencia.
- Aplicar cremas fotoprotectoras adecuadas a su edad en la piel.
¿Qué crema aplicamos?
- Deben ser de amplio espectro: frente a radiación UVB y UVA.
- Han de tener un factor de protección solar (FPS) igual o superior a 30, preferiblemente 50+.
- Específicas para niñ@s.
- Resistentes al agua (para los baños o la sudoración).
- Tipos de filtros:
Químicos: penetran en la piel y absorben los rayos UV. Mayor probabilidad de reacciones de hipersensibilidad
Físicos: no se absorben, sino que reflejan la luz. Tienen más garantías de seguridad ya que hay menos probabilidad de reacciones de hipersensibilidad.
Según la edad:
Menores de 6 meses: no deben exponerse al sol. Si lo hacen debemos intentar cubrir la máxima superficie posible con ropa. NO ES RECOMENDABLE APLICARLES FOTOPROTECTOR, aunque si es inevitable se podría utilizar crema de protección solar filtro físico en áreas pequeñas.
Entre los 6 meses y 3 años, y niñ@s con piel atópica: se recomiendan protectores solares con FILTROS FÍSICOS/MINERALES (reflejan la radiación del sol).
Mayores 3 años: se pueden utilizar FILTROS QUÍMICOS/MIXTOS (físicos+químicos). Los filtros químicos absorben la radiación solar.
¿Cómo aplicamos la crema?
- Úsala siempre que realicen actividades al aire libre. También en días nublados.
- Extiende la crema por todas las áreas corporales expuestas. No olvidar cara (orejas, labios), escote, hombros, cuello, las manos y los pies.
- Aplicar una cantidad generosa sobre piel seca, 20-30 minutos antes de exponernos al sol.
- Repetir cada 2 horas y/o tras el baño o sudoración o secarse.
Qué importante es aplicar crema solar para protegernos contra los efectos nocivos del sol. Y especialmente en el caso de los niños, porque como bien dices, su piel es más sensible. Muy buenas recomendaciones, son de gran ayuda.
Muy buen articulo. A una de mis hijas, con dos añitos, le salieron un montón de manchitas blancas en la cara y el dermatólogo nos explico la importancia de poner crema solar, tanto en invierno como en verano.