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Todo sobre la tos infantil

La tos es un motivo frecuente de consulta (de atención primaria y hospitalaria) junto a la fiebre. Se estima un 10% de las consultas en niños de edad escolar y hasta un 20% en preescolares. Habitualmente preocupa a los padres ya que:

  • No deja dormir al peque… ni a sus padres
  • Llama la atención en la escuela
  • Dificulta la alimentación y provoca el vómito
  • Para muchas familias les preocupa que se haga “crónica” o provoque “secuelas”.

Es decir: es molesta, duradera y difícil de controlar, interfiriendo en el día a día del peque y sobretodo en su descanso (y en el del resto de la familia). 

Debemos recordar que la tos es nuestra aliada, es un reflejo para protegernos, es un mecanismo de defensa del cuerpo cuyo objetivo es proteger, mantener limpia y permeable la vía aérea: eliminar secreciones respiratorias que se producen en un resfriado (mocos), expulsar polvo o partículas irritantes o eliminar cuerpos extraños que haya aspirado (es el principal mecanismo para solventar un atragantamiento). 

La tos es un mecanismo de defensa del organismo

La tos se produce porque unos receptores que se encuentran en la vía respiratoria (tráquea, bronquios, faringe) producen una señal al bulbo del cerebro produciéndose esta respuesta refleja. 

Clasificación

Según el tiempo de duración:

  • Tos aguda: dura menos de 3-4 semanas. La mayoría se debe a infecciones respiratorias de la vía aérea superior /catarro común. Los peques tienen una media de 10 infecciones respiratorias al año (con una duración de 10-15 días de la tos = 100 días de tos) y la tos es uno de los síntomas más habituales. La tos puede durar incluso 3 semanas. Otras causas: faringitis, crup, bronquitis, neumonía, psicógena/tic nervioso, tabaquismo, aire acondicionado, aspiración de cuerpo extraño…
    • Tos aguda: dura 10 días en el 50% y 25 días en el 90%
    • Bronquiolitis: 13 días en el 50% y 21 días en el 90%
    • Resfriado común: 10 días en el 50% y 15 días en el 90%
  • Tos subaguda: la mayoría de veces son procesos infecciosos que se solapan
  • Tos crónica: duración más de 4-8 semanas, según guías. Requiere estudio (infecciosa/postinfecciosa, asma, psicógena…)

Según sus características:

  • Tos con mocos, blanda o productiva: se escucha una tos expectorante, que sirve para movilizar y eliminar las secreciones (el moco). Es la más frecuente en los resfriados (empeora por la noche y nada más levantarse por el cúmulo de secreciones y goteo nasal posterior nocturno). También puede verse en afectación de las vías bajas (bronquitis, bronquiolitis, neumonía)
  • Tos seca: tos que no mueve secreciones. Se produce por inflamación o irritación, que desencadena este reflejo de la tos al estimular los receptores de la tos. Puede resultar molesta. Algunas causas son:
    • Resfriados: es irritativa, con dolor o “picor ” de garganta.
    • Atragantamiento: tos súbita en contexto de juego con objetos pequeños o ingesta de alimentos
    • Síntoma de asma/hiperrreactividad bronquial: tos persistente, diurna y nocturna. Puede asociar dificultad respiratoria o pitos al respirar. Puede empeorar al hacer ejercicio
    • Tos nerviosa/psicógena: habitual en mayores de 6 años, por el día (mejora por la noche y cuando el peque se distrae). 
    • Neumonía atípica: cefalea, febrícula, dolores musculares… y auscultación patológica
    • Otras causas: irritantes químicos, tabaco…
  • Tos perruna, de foca: cuando hay una laringitis (inflamación de la laringe) se produce esta tos metálica tan característica. Además puede haber ronquera, afonía y estridor inspiratorio (un ruido agudo al coger aire)
  • Tos en accesos o paroxística: accesos de tos seguidos, violentos y repentinos.
    • Habitualmente secundaria a infecciones (como la tosferina, que característicamente se produce un “gallo” o silbido inspiratorio entre los accesos intensos de tos).
    • Si el peque se encontraba antes bien y es un inicio brusco y repentino puede ser síntoma de atragantamiento con un cuerpo extraño

Según su causa /zona de las vías respiratorias afecta:

  • Vías respiratorias altas (resfriado común, catarro, faringitis). Causa más frecuente de tos aguda en los niños. La tos es sin duda lo más molesto de los catarros. Tos irritativa (como de picor) o húmeda si hay mucosidad. Es mayor los primeros días y disminuye a partir de la primera semana. A veces dura 2-3 semanas. 
  • Laringitis: cuando se produce una inflamación de la laringe puede aparecer tos ruidosa, perruna, “de foca”, metálica. Con ronquera o afonía y estridor. 
  • Vía respiratoria baja:
    • Bronquiolitis/bronquitis/broncoespasmo/asma): se escucha silbido o pitido al expulsar el aire. Hay síntomas de dificultad respiratoria. 
    • Obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño (atragantamiento)

“Mi hij@ tiene más tos por la noche”

Durante el día, la posición vertical, el movimiento y la hidratación le permiten  al peque con catarro gestionar la mucosidad más fácilmente y por tanto no se produce el reflejo de la tos. Por la noche sucede al contrario, ya que la posición horizonta al dormir, sin beber y al estar sin moverse favorece que se acumule la mucosidad en la vía respiratoria. El cuerpo reacciona tosiendo para movilizar el moco.

Manejo de la tos. Tratamiento

Debemos recordar los efectos beneficiosos de la tos: es una respuesta defensiva. El tratamiento irá destinado a la causa que lo provoca. En la mayoría de casos se debe a cuadros catarrales sin tratamiento específico, pero en otros casos con el tratamiento específico de la causa puede mejorar la tos. La mayoría de tratamientos farmacológicos y “remedios” naturales no han demostrado ser eficaces y pueden tener efectos secundarios graves.

A continuación os doy algunas pautas para alivian la tos y por tanto las molestias

  • Mantener una adecuada hidratación: tomas de lactancia frecuentes, beber líquidos de forma frecuente… pero sin forzar. 
  • Favorecer la humedad ambiental, evitando el ambiente seco.  No mantener muy alta la calefacción en invierno. Se puede probar a poner un recipiente con agua encima del radiador o fuente de calor. No recomendado el uso de humidificador. 
  • Lavados nasales con suero fisiológico de manera frecuente, siempre que haga falta (antes de comer, de dormir o cuando tenga congestión nasal) para limpiar lo máximo posible la nariz y la garganta del moco
  • Posición semiincorporada para descansar/dormir. Lo más vertical posible (elevar el cabecero de la cama, ponerlo semisentado, sobre regazo, en sillita de paseo…)
  • Eliminar irritantes de las vías respiratorias del ambiente (polvo, humo, tabaco…). Los hijos de padres fumadores tienen más infecciones respiratorias. 
  • Manejo del malestar o dolor (independientemente de la fiebre) con antitérmicos/analgésicos según peso del niño. 
  • Tratamiento de la causa cuando sea posible:
    • Laringitis: antiinflamatorios (corticoides)
    • Asma: broncodilatadores, corticoides
    • Neumonía: antibióticos
    • Atragantamiento: maniobras de desobstrucción

¿Y otros remedios?

  • Miel:  estudios recienten indican  que podría ser beneficioso para calmar la tos nocturna e irritativa (reduce su frecuencia) y mejorar el descanso nocturno (mejora la calidad del sueño), con una ligera evidencia superior al efecto placebo. La EFSA no le reconoce ninguna de las “bondades” que se le atribuyen y niegan que los estudios anteriormente comentados estén adecuadamente diseñados. En caso de utilizar miel, siempre por encima del año de edad (nunca antes de los 12 meses, por el riesgo de botulismo). La miel diluida en agua/leche tibia antes de acostarle podría tener un efecto “suavizador” por su textura. No debe mojarse en ella el chupete y debemos recordar el lavado de dientes tras tomar miel (es equivalente al azúcar). 
  • Cebolla: promete quitar la tos pero, hablando de evidencia científica  no hay ningún estudio que haya demostrado de los beneficios de la cebolla para frenar la tos. Quizás me digáis “pues a mi me ha funcionado”. Podría ser que la cebolla cortada en la cabecera de la cama emitiera unos ácidos que fluidificaran la mucosidad y sirvieran para humedecer la mucosa de la vía respiratoria, un efecto balsámico. Independientemente de ello, y fuera de crear debate es una técnica inocua (no es perjudicial).
  • El uso de humidificadores es controvertido y no hay que generalizar su uso. Promete lubricar las secreciones y facilitar su expectoración. Hay que tener precaución con ellos, pues aunque en algunos casos podría ayudar en otros puede empeorar los procesos. La humedad recomendada estaría entre un 40-60% (la media de España). Si se utiliza hacerlo solamente si la humedad es <40%, un rato antes de dormir (no con el peque en la habitación), no sobrepasar un grado de humedad del 50% y utilizarlos bien limpios para evitar la proliferación de hongos o ácaros. 
  • Homeopatía, jarabes “naturales” de hierbas, infusiones…:  prometen mejorar la tos, reducir la mucosidad… La mayoría no presenta estudios, si los hay (sin conflictos de intereses) no tienen  eficacia demostrada ni exentos de riesgos. No son inofensivos. 
  • Ungüentos “balsámicos”, aceites esenciales (antitusígenos tópicos o naturales): son aquellas cremas que se aplican en pecho, espalda o cuello que prometen despejar la mucosidad y disminuir la tos. También se utilizan diluyéndose  en agua caliente para inhalar sus vapores durante 10-15 minutos. En general no están recomendados.
    • No hay estudios que apoyen su uso
    • Pueden actuar como irritantes de  las vías respiratorias y producir más moco e incluso precipitar broncoespasmos. También pueden provocar irritación de piel/ojos/nariz, reacciones de hipersensibilidad como dermatitis y quemaduras, dolor de cabeza o somnolencia.  
    • Muchos (Vicks Vaporub pomada) están contraindicados en menores de 6 años e incluso aquellos con aromas de plantas como eucalipto, romero manzanilla… (que según prospecto pueden utilizarse desde recién nacidos) tampoco los aconsejo. Hay que tener precaución principalmente a niños con hiperreactividad bronquial. No se aconseja utilizarlos en menores de 3 años.
  • Parches que se adhieren al pijama y liberan vapores: tampoco han demostrado su eficacia y pueden ser irritantes
  • Hay dudosa eficacia (pocos estudios, estudios contradictorios) del extracto de geranio, sulfato de Zinc o los suplementos de vitamina C. 
  • Caramelos: podrían aliviar la sensación de “picor de garganta” los niños mayores. Evitarlos en pequeños por el riesgo de atragantamiento.

PARACETAMOL Y MUCHA AGUA. Así es

Sin evidencia / no recomendado

  • Jarabes para la tos (mucolíticos, antitusígenos, antihistamínicos…)
  • Cebolla
  • Antibióticos
  • Equinácea
  • Ungüentos en la piel
  • Tabaquismo pasivo
  • Humidificador

Con evidencia:

  • Lavados nasales
  • Dormir en posición semiincorporada
  • Fraccionar las tomas en lactantes
  • Miel (evidencia limitada, solamente en mayores de 1 año)
  • Humedad ambiental

 

¿Y medicamentos para la tos?

La tos es un mecanismo de defensa de nuestro organismo para movilizar y expulsar las secreciones. Aunque sea molesta (más para nosotros que para los peques) ayuda a la eliminación de material extraño de la vía aérea. Nos ayuda a evitar otitis, neumonías… Por este motivo no es conveniente utilizar jarabes para “parar o suprimir la tos” de manera generalizada y además pueden tener efectos secundarios graves. 

Es frecuente el uso de antitusivos, mucolíticos, expectorantes y anticatarrales en menores, pero me gustaría aclarar que:

  • No está justificado su uso. La tos es molesta, pero es un síntoma que nos ayuda, nos defiende. La tos mucosa no debe tratarse porque nos permite la expectoración. 
  • No hay evidencia científica que apoye el uso de antitusígenos en niños. No está demostrada su eficacia. Ningún ensayo clínico realizado en  niños y adolescentes la fármacos como la codeína, cloperastina o dextrometorfano fueron superiores al placebo en el alivio de la tos. Tampoco hay evidencia de la eficacia de los mucolíticos o anticatarrales.
  • No están exentos de efectos secundarios, algunos potencialmente graves, ya que muchos actúan a nivel del sistema nervioso central (somnolencia, nauseas, depresión respiratoria, adicción, convulsiones, estreñimiento…)
  • No se deberían dar en menores de 5-6 años. Evitar principalmente en menores de 2 años. 
  • Su uso no acorta la duración de la tos.
  • La tos de los catarros no necesita ningún medicamento. Aunque algunos medicamentos precisan receta médica, otros se pueden comprar sin prescripción. 

Tipos de jarabes:

  • Dextrometorfano (Romilar®): acción central, relacionado con la codeína aunque con menos efectos secundarios. Autorizado a partir de los 6 años
  • Cloperastina (Flutox®): acción central y periférico. Antihistamínico con efecto sedante. Autorizado a partir de los 2 años. 
  • Levodropropizina: acción periférica. Autorizado a partir de los 2 años.
  • Codeína (Codeisan®, Toseina®, Bisoltús®…): acción central. Opioide autorizado para tratar el dolor y tratamiento de tos seca (derivado de la morfina). Contraindicado en menores de 12 años por sus efectos secundarios. En 2015 la AEMPS indicó “No utilizar codeína  en menores de 12 años de edad ni en mujeres durante la lactancia” tras haberse notificado efectos graves tras su consumo (intoxicaciones). También está desaconsejado “en jóvenes entre 12 y 18 años con problemas respiratorios”. 
  • Fármacos anticatarrales (mucolíticos, expectorantes y descongestivos): eficacia no demostrada en los estudios. No exentos de riesgos. 

¿Y qué tos tratamos?

No debes dar a tu hijo o hija medicamentos para tos sin prescripción médica. 

  • Podría ser valoradle, puntualmente, antes de dormir en niños mayores de 5-6 años cuya tos seca, irritativa y molesta impida descansar. De forma puntual, solamente antes de dormir y no con codeína. Aún así, tener en cuenta que no han demostrado los efectos antitusivos que prometen, por lo que mejor no dar nada. Si se ofrecen, siempre bajo criterio e indicación estricta del pediatra. 
  • En algunos casos el tratamiento de la causa de la tos (de la enfermedad que provoca la tos) mejorará este síntoma.  Este es el caso de: 
    • Bronquitis: inflamación de los bronquios que dificulta el paso del aire. El peque tendrá dificultad respiratoria, respiración rápida, sibilancias (“pitos”). Se trata con broncodilatadores (que abren los bronquios para permitir mejorar la respiración) y en ocasiones corticoides.
    • Laringitis: inflamación de la laringe. La reconoceremos por una tos de perro/metálica y estridor inspiratorio. Mejorará con antiinflamatorios (ibuprofeno o corticoide pautado por médico) y respirar aire frío y húmedo. Es eficaz salir al balcón a respirar aire fresco (vistiéndolo adecuadamente antes), abrir la ventana o respirar el vapor que sale al abrir el agua caliente de la ducha con la puerta cerrada durante 15-20 minutos.
    • Neumonía: infección de una zona del pulmón. La reconoceremos porque el peque respira fatigado, con fiebre alta de muchos días de evolución y mal estado general. El tratamiento es antibiótico. 

¿Cuándo debo consultar?

  • Tos con dificultad para respirar:
    • Respiración rápida, acelerada y agitada
    • Se le marcan las costillas al respirar
    • Se le hunde el pecho
    • Mueve mucho el abdomen
  • Tos perruna y estridor inspiratorio (sonido fuerte y agudo al coger el aire (al inspirar)), especialmente si se produce fatiga. 
  • Sospecha de aspiración de cuerpo extraño.Si la tos comienza de forma muy brusca y vuestro hijo estaba jugando con un objeto pequeño o algún alimento pequeño y duro.
  • Tos persistente (más de 3-4 semanas).
  • Tos y fiebre prolongada (más de 2-3 días) que no vemos que vaya mejorando (se espacien los picos y vayan los picos en descenso). Cualquier fiebre en menor de 3 meses.
  • Tos en acceso con cambios de color (labios o cara azulada/cianótica).
  • Dolor de oídos o supuración  de oídos.
  • Mal estado general: decaimiento y somnolencia o muy irritable a pesar del uso de antitérmicos/analgésicos.
  • Se acompaña de pitos o sibilancias (silbidos) al expulsar el aire, salvo si ya ha sido diagnosticado y tiene pauta de tratamiento.
  • Si se acompaña de mucosidad abundante y dura más de 10-15 días.
  • Está deshidratado (boca seca, pastosa, mareo, ojos hundidos, orinas menos frecuentes, llanto sin lágrimas)
  • Siempre ante la duda y vuestro sentido común os diga, consultad.