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Collares de ámbar: inútiles y peligrosos

El uso de collares de ámbar se ha popularizado por su supuesto papel no farmacológico  (remedio “natural”) para aliviar los síntomas de la erupción dental (molestias y dolor). 

¿Qué son?

Los collares de ámbar están realizados con cuentas de ámbar del mar Báltico, compuestos por ácido succínico (en un 3-8% de concentración). Supuestamente, en contacto con el calor corporal se liberaría este ácido, se absorbería a través de la piel y pasaría al torrente sanguíneo, atribuyéndose supuestas propiedades analgésicas y antiinflamatorios.

¿Qué sabemos de estas propiedades?

La realidad es totalmente contrario a lo que se cree: NI SON EFICACES NI SON SEGUROS. De hecho, su uso está totalmente desaconsejado y contraindicado. 

  • No hay evidencia científica de su supuesta utilidad. El ácido succínico de los collares:
    • No disminuye el dolor ni la inflamación. No se ha demostrado que tenga propiedades analgésicas ni efectos antiinflamatorios. 
    • No se libera el ácido por contacto con la piel a la temperatura corporal, ni se absorbe a través de la piel. . Sería necesaria una temperatura de 200ºC para que esta sustancia se libere.
    • No tiene ningún efecto beneficioso en la dentición del bebé. La EMA (Agencia Española del Medicamento) no ha aceptado ninguna propiedad analgésica ni antiinflamatoria atribuida a este producto. 
  • Son muy peligrosos
    • Alto riesgo de atragantamiento, aspiración y asfixia: si se rompe, se sueltan las cuentas y se aspiran o se ingieren. 
    • Alto riesgo de estrangulamiento: si se estrecha y comprime el collar alrededor del cuello, con posibilidad de ahogamiento.  
    • Pueden estar colonizados por gérmenes. Acumulan sustancias y bacterias, pudiendo facilitar infecciones. 

De hecho, los pediatras  tampoco aconsejamos ningún otro tipo de joyas en el cuello del bebé, pulseras ni anillos. PONER COLLARES A LOS BEBÉS Y NIÑOS PEQUEÑOS ES PELOIGROSO. 

¿Los dientes duelen? ¿Qué alternativas tengo?

Pues no hay mucha evidencia. Los niños están dentando durante muchos años, y los mayores no refieren tener dolor durante la dentición. Si te da la sensación de que tu peque tiene molestias puedes probar:

  • Mordedores fresquitos
  • Alimentos sólidos y fresquitos para morder
  • Un helado de leche materna
  • Masajear las encías
  • Si no mejora y están muy quejosos, analgesia oral puntual pautada por el pediatra. 
  • No sirve: frotar la encía con paracetamol ni el uso de geles. 

Recordemos otros mitos en relación a la dentición:

  • “Tiene 4 meses y está empezando a babear, serán los dientes”: Las glándulas salivares empiezan a funcionar alrededor de esta edad, y el bebé no sabe gestionar toda esa cantidad de saliva. Babeará hasta que aprenda tragar este cúmulo de saliva. A veces coincide con la salida de los dientes (aunque lo más probable es que no sea así) 
  • “Se mete las manos en la boca, serán los dientes”: los bebés descubren el mundo a través de sus manitas. Todo lo que encuentran va a la boca, y también sus manitas.