OPCIONES LIMITADAS. Nuestro día a día.
– No quiero fruta.
– ¿Qué quieres: mandarina o manzana?
– Mandarina.
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– No quiero ponerme el babero
– ¿Qué quieres, el rosa o el verde?
– El verde.
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– No quiero sentarme en la trona.
– ¿Qué quieres, que te siente el papá o la mamá?
– Papá.
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– No quiero ponerme la chaqueta.
– ¿Qué quieres, la de flores o la blanca?
– La de flores.
Llega a una determinad edad los peques pueden resistirse (no nos hacen caso, nos desafían, rabietas…). Todos necesitamos saber que pertenecemos (a un grupo que garantiza nuestra supervivencia) y que contribuimos (que nuestra opinión es escuchada y cuenta).
Los peques también. El darle la posibilidad de tomar decisiones, dentro de diferentes opciones limitadas que sean válidas (y que a nosotros nos interesen😄), suele funcionar. Dejándoles elegir les estamos enviando un mensaje de pertenencia, que su opinión cuenta, que son importantes y estamos potenciando su responsabilidad, dotándoles de herramientas para hacer frente a las decisiones.
Hay momentos en los cuales no es una opción (tomar una medicina, atarse el cinturón, cambiarse el pañal, ir al cole…) pero puedes ofrecer a tu peque la elección del momento o la forma de llevarlo a cabo.
– Con firmeza pero con amor😍. Es importante cómo lo dices.
– No deben elegir lo que quieran, sino el abanico limitado que has decidido.
– Todas tienen que ser elegibles (tiene que ser posible esta opción).
– Cada opción que des debe ser aceptable para ti😛.
Esta es una de las herramientas que más nos funciona últimamente (que no siempre 😅😜). ¿Y a vosotros? ¿La habéis puesto en práctica?
