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La noche de las vacas locas

… la crisis de la segunda noche que nadie te había contado.

El primer día y la primera noche tras el nacimiento

Los bebés nacen muy despiertos y activos, cargaditos de hormonas del “estrés”, favoreciendo de este modo un agarre espontáneo al pecho las primeras horas de vida tras colocarse piel con piel sobre la mamá. Pero pronto empiezan a agotarse. El parto y las primeras horas de vida les dejan totalmente agotados, y pasan por una fase de estar muy somnolientos.  Su primera noche de vida (y vuestra primera noche como padre) es normalmente muy tranquila y todos dormís plácidamente. ¡Qué maravilla!

Pero no cantéis victoria: la segunda noche… el caos. 

Pero… cuando llega la segunda noche todo cambia. El bebé no para de llorar, está continuamente al pecho, se pelea con él, te lo sueltas y le dejas en la cuna y vuelve a pedir… es la temida noche de las vacas locas. Desesperados, inexpertos, vulnerables, agotados y pensando que NO es normal este comportamiento pensáis:

-“¿Cómo puede ser? Si ayer durmió 3 horas del tirón”

-“Tiene hambre, le damos un biberón y así se queda tranquilo” 

-“No tengo leche, suficiente. No le llena”

De hecho, incluso desde el mismo hospital, por desconocimiento del comportamiento normal del recién nacido, os ofrecen e insisten rápidamente con esa “ayudita” sin haber una justificación médica detrás. Y vosotr@s, si tampoco conocéis de su existencia, lo ofrecéis. Y obviamente, totalmente relajado se queda. 

-Por fin. Era verdad, estaba pasando hambre. No tenía leche.   

Pues si estáis esperando un bebé recordad: ESTE COMPORTAMIENTO ES NORMAL. El bebé no es que tenga hambre (tu calostro está alimentando a su pequeño estómago que mide como si de una cereza se tratara, 4-7 ml). Llora porque se encuentra en un mundo desconocido, con ruidos, luces, frío. Necesita el calor y el olor que venía reconociendo. Necesita escuchar el latido del corazón que llevaba meses escuchando. .demás, su instinto le dice que tiene que PEDIR, PEDIR, PEDIR y PEDIR teta para conseguir la “subida” aprovechando el pico de prolactina nocturno y ayudarte a producir la leche.

Una “ayudita” hará que se interfiera en la producción de leche (no te reclamará, se retrasará la subida, se dificultará el agarre…) poniendo en peligro la lactancia, porque TU PECHO NECESITA ESA DEMANDA continuada de tu bebé. 
 

¿Y qué puedes hacer?

  • Aprovecha para descansar todo lo posible esa primera noche mientras tu bebé esté descansando, pero ofreciendo el pecho cada 2-3 horas (recordad, los primeros días “a oferta”)
  • Cógele, acaríciale, póntel@ mucho piel con piel.
  • Ofrecer el pecho con frecuencia, mínimo cada 2-3 horas (los primeros días “a oferta”)
  • Ambiente tranquilo, luz tenue, evita ruidos y visitas.
  • Paciencia y tranquilidad. Recuerda que es normal. “Aguanta” esas 48-72h hasta que se produzca la subida de la leche.
  •  Si quieres dar pecho y no está justificado por otro motivo, evita caer en la tentación ni te sientas presionada de dar biberón a la primera de cambio porque piensas/te dicen que “tiene hambre y no te ha subido la leche”. No dar bibe a la primera de cambio si no es lo que quieres porque llora

A veces es necesario administrar suplementos de leche, sí, pero deberían darse únicamente en caso de una indicación médica justificada (bajadas de azúcar, pérdida de peso excesiva..). Además, en el caso de darse deberían ser prioritariamente procedentes de leche materna y administrados mediante un método que interfiera lo mínimo posible en el establecimiento de la lactancia: con dedo-jeringa, cuchara, mediante sonda.. evitando tetinas hasta que la lactancia esté bien establecida. 

La importancia de las tomas nocturnas.

Puede que hayáis superado esa segunda noche de caos… Pero… ¡por el día está muy tranquilo y por la noche pide continuamente!
También es normal y son MUY IMPORTANTES para el establecimiento de la lactancia materna ya que la hormona de la prolactina (encargada de la producción de leche) tiene su pico de madrugada. 

Puede ser agotador, lo sé, lo he vivido. Pero debéis conocer de la importancia de estas tomas y de “el peligro” que tiene sustituirlas por “ayuditas” con el objetivo de poder descansar. 

La información es poder. Y para una lactancia exitosa es importante conocer las crisis de lactancia para no poner en peligro la lactancia.
 

En esa segunda noche acordaros de este post. De que lo que pasa a tu bebé forma parte del proceso fisiológico del bebé. Si quieres dar pecho y no está justificado por otro motivo, evita caer en la tentación ni te sientas presionada. La información es poder. Conociendo esta crisis la mayoría de bebés se irían a casa con una lactancia exclusiva. Conocer las crisis de lactancia es poder. Porque sin conocerlas podemos poner en peligro la lactancia.