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Pesadillas y terrores nocturnos

Ambos trastornos del sueño forman parte de las llamadas “parasomnias”.
Son muy comunes en la infancia, siendo fenómenos normales asociados al sueño en el desarrollo de los niños. Generalmente no hay un problema médico detrás y suelen desaparecer solos con el tiempo.
Eso sí, si los síntomas son muy intensos, violentos o interfieren en la vida diaria se recomienda consultar al pediatra.

Hay más probabilidad de padecerlos si se encuentran muy cansados (falta horas de sueño, sobreestimación durante el día, horarios de sueño irregulares), en épocas de estrés/ansiedad (llegada de un hermanito…) y de enfermedad (catarro, fiebre). Por tanto, para prevenirlos: asegúrate que descanse adecuadamente, reduce su estrés o ansiedad, realiza rutinas relajantes antes de dormir (no TV 1 hora antes de dormir y evita que se acueste tarde) y ayúdale a manejar sus miedos.

¿Sabes cuáles son sus diferencias?
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PESADILLAS:
▪️Ocurren en la segunda mitad de la noche, periodo en el que suceden los sueños (fase de sueño REM)
▪️Suelen aparecer alrededor de los 2-3 años, con un pico entre los 4-8 años de edad (la edad de los miedos)
▪️Son causadas por una vivencia o un miedo.
▪️El niño está despierto o se despierta fácilmente. Se despierta asustado, sudoroso, taquicárdico y/o con llanto. Está consciente, te reconoce y necesitará tu consuelo. 
▪️Se acordará de lo que ha pasado.
▪️Es más complicado que vuelvan a dormirse porque tienen miedo y recuerdan la pesadilla.

¿Cómo actuar ante una pesadilla? Acude a su habitación en su ayuda y tranquilízale con voz suave y cariño. No le preguntes qué ha soñado, aunque si te da detalles o tienes la oportunidad, sin presionar, hábla con él y escúchale (para saber que le preocupa/sus miedos). No le quites importancia a sus preocupaciones, ayúdale.

TERRORES NOCTURNOS
▪️Son menos frecuentes que las pesadillas (1-5% de escolares).
▪️Pueden aparecer pronto (incluso antes del año), siendo típico a los 3-5 años o incluso más tarde.
▪️Suceden durante el primer tercio de la noche (fase de sueño No-REM), 1-3 horas tras conciliar el sueño. Son causados por despertares parciales del sueño durante la transición de una fase de sueño a otra (de la profunda no-REM a la más superficial de sueño REM).
▪️Duran entre 5 y 15 minutos
▪️Aparecen muchas manifestaciones físicas: Gritos, llanto, sudoración, agitación, movimientos bruscos… Son angustiosos y “violentos”. Al cabo de unos minutos, de manera espontánea, el niño se calma y se vuelve a dormir tranquilamente.
▪️El niño no está consciente ni despierto, aunque pueda parecerlo (porque mantenga los ojos abiertos con la mirada fija). No responde a los estímulos externos, no te reconoce y cuando despierte no recordará nada.

¿Cómo actuar ante un terror nocturno? Aunque no puedas evitarlo, ¡mantén la calma! Tu hij@ no sufre, no le va a ocurrir nada malo. No se recomienda intervenir ni intentar interactuar con el niño (¡NO DESPERTARLE!: No suele funcionar y, si le despiertas, se sentirá desorientado y asustado, pudiendo empeorar el cuadro. Por tanto: Siéntate cerca en silencio, evita que se haga daño con los movimientos y espera a que se pase el episodio y vuelva a dormirse. No recordará nada al día siguiente, y es mejor no recordarle el episodio (podríamos preocuparle y provocar resistencias a la hora de dormirse)..